23 de diciembre de 2016

Proclama: Intervención frente a Presidencia



El 22 de diciembre de 2016 Plenaria Memoria y Justicia se concentro frente al edificio de presidencia para denunciar el espionaje y la infiltración de los servicios de inteligencia a las organizaciones sociales y políticas. 

La acción surge a raíz del hallazgo de archivos de espionaje en democracia (denominados los Archivos Castiglioni). 


Archivos Secretos
Son pactos de impunidad

Estamos acá porque hoy hace exactamente 30 años de aquel 22 de diciembre de 1986 en el que se consagró  la Ley de Impunidad.

Aquella madrugada, el Parlamento cercado por la memoria de miles de personas decidió reprimir y obedecer el mandato de los impunes.

Le dieron ese día consentimiento “legal” a la impunidad. Le suministraron hace 30 años,  larga y ostentosa sobrevida a los impunes.   

Ese parlamento resolvió gasear y apalear a la memoria y obedecer a los fusiles y  las botas.

Esta ley va a consagrar los pactos, los silencios que encubrieron el accionar del Terrorismo de Estado.

Y su  implacable incidencia en nuestras vidas hasta el día de hoy.

Sin tregua, sin cortes esta ley ampara a civiles y militares que concretaron y concretan la injusticia social.

Nos convocamos hoy bajo la idea de que los archivos secretos son pactos de Impunidad.

Y que todos y cada uno de esos datos pertenecen a las organizaciones sociales.

Que todos y cada uno de esos datos no solo están mostrando lo que hicieron.

Ahí aparecen los que dieron la orden, quienes las ejecutaron, quienes callaron  y quienes miraron para otro. El rostro macabro de la opresión está cubierto de maquillajes. Esta blindado. Esta negociado.

Pero no tenemos dudas ¡todo esto pertenece a quienes sufrieron! A todas aquellas personas que fueron perseguidas, seguidas. A quienes fueron torturadas. Y a quienes luchan hoy.

Estoy acá porque el 2 de Octubre de 2015, aparecieron archivos de los servicios de inteligencia donde se comprueba que organizaciones sociales y políticas fueron seguidas e infiltradas en democracia.
Estos archivos, unas 60 cajas de documentos, se encontraron producto del allanamiento a la casa del coronel Elmar Castiglioni, ubicada en la Blanqueada en Luis Alberto de Herrera y Thompson. Defendido obviamente por la abogada Rosanna Gavazzo.
El operativo fue llevado a cabo por el fiscal Carlos Negro y la jueza penal Beatriz Larrieux.

Estoy aquí porque  desde que comenzaron a torturar y a ocultarse no han parado.

Porque siguen operando en las sombras.

Porque la impunidad es una oscuridad tan ancha como ella misma.

Porque no solo están allí sino que presionan y tienen de rehén a la verdad y por tanto no hay justicia.

Estoy acá porque pasan los días, los años, las décadas y la impunidad sigue. Actuando a través de espionajes, de extorciones, de claudicaciones, de pactos de los cuales no terminamos de conocer ni sus operativas, ni  su dimensión.

Porque el silencio, y esos secretos amparan a los servicios de inteligencia. Ellos se la han ingeniado para existir, tecnificarse y crecer con el total consentimiento y dirección de los poderes del Estado.

Porque el control ya es supe control, desde el cartel de Sonríe te estamos filmando hasta  los ejércitos de infiltrados para sostener los abusos.

Estoy acá porque el Archivo Castiglioni contiene pruebas de la realización, de espionaje, infiltración, seguimientos, chantajes, presiones y operaciones contra partidos políticos, organizaciones sindicales, estudiantiles, de Derechos Humanos. Y solo conocemos los titulares…

Estoy acá porque somos conscientes que el accionar no se detuvo en 1985, en la salida de la dictadura.

Porque coincidimos que tiene como fin “obstaculizar el camino hacia la verdad histórica, el esclarecimiento de los crímenes del terrorismo de Estado y consolidar la impunidad de los responsables de los mismos”

Estoy acá porque no solo amparan los terrorismos de ayer sino los de hoy. Y las futuras represiones.

Estoy acá porque como organización social de DDHH hace 16 años venimos sosteniendo que la impunidad no solo necesita que los mandos callen y sigan secuestrando la verdad;  sino que necesita del secretismo extendido a todo nivel para mantenerse.

Porque los juicios se dan entre cuatro paredes, las victimas declarando una y otra vez, décadas y décadas permanecen los expedientes escondidos en cajones…

Hablamos del archivo de Castiglioni pero… ¿Y el resto de los archivos?

Estoy acá para seguir sosteniendo que no solo queremos el acceso irrestricto a este archivo sino a todos los archivos.

Porque la impunidad es un estado inherente al Estado. Ellos necesitan de ella para sostenerse. Para preservar la injusticia.

Porque lo poco trascendido demuestra que cuando señalamos la responsabilidad de la OCOA de los S2, del SID, del Departamento de Inteligencia, del DOE, no estamos más que señalando lo que se intenta negar.

Porque los mismos informes de la pre investigadora así lo afirman diciendo que …el archivo contiene  pruebas contundentes de la realización, en democracia, de espionaje, infiltración, seguimientos, chantajes, presiones y operaciones contra todos los partidos políticos, organizaciones sindicales, estudiantiles, de Derechos Humanos, legisladores, oficiales militares, directivos de empresas públicas y altos cargos de gobierno”.

Estamos acá porque lo trascendido demuestra que estas “tareas” en “democracia”, han sido realizadas no por un individuo ni por un grupo reducido, sino que se trata de “una acción planificada, extendida en el tiempo y para la que se usaron fondos y recursos, humanos y materiales, del Estado”.

Pero nos dicen que nadie tiene conocimiento. Ni el Presidente ni los Ministros ni los Mandos de las FFAA ni la Policía.

Estamos acá porque el peligroso accionar de estos servicios del Estado no solo están protegiendo la impunidad de ayer sino esa, tan terrible: la de hoy. Apadrinan en el silencio la muerte de 40 muertos en cárceles en lo que va del año.

Protegen a los empresarios que violan todas las normas para lucrar más. Calcinando vivos a jóvenes trabajadores, pagando míseros salarios.

Vivimos cerca o trabajamos en verdaderos arsenales sin ningún control.

La impunidad se prolonga para mantener la injusticia social. 

La impunidad nace para condenar a inmensas mayorías a la miseria.

Estamos acá para recalcar que la razón del espionaje es económica, tal cual lo dice el informe de los que accedieron al archivo.  Sin tapujos queda evidente que el espionaje se lleva adelante para influenciar y distorsionar el accionar de partidos y organizaciones sociales. El espionaje se concreta para “incidir sobre discusiones y decisiones con repercusiones comerciales”

Y para que no queden dudas, el informe concluye que el espionaje se multiplica “en  un sentido más amplio por razones económicas”.

Estamos acá para señalar  en la calle que  la documentación del archivo prueba que tanto “funcionarios del Estado uruguayo, oficiales policiales y militares con tareas de inteligencia, recibieron dinero y cumplieron tareas para agencias de inteligencia extranjeras, entre otras las CIA”

Estamos acá porque (como todos los ministros anteriores) el actual  ministro de Defensa Jorge Menéndez, repite la obsecuente respuesta de los mandos militares de las tres armas: “No tenemos conocimiento. Las FFAA no tienen archivos al respecto”

Estamos acá porque en el archivo Castiglioni se halló la libreta de casamiento de Elena Quinteros.

Informes de interrogatorios.

Datos de seguimientos a integrantes de la Comisión para la Paz.

Infiltraciones en la Marcha del Silencio.

Recibos de pago a infiltrados en organizaciones sociales y políticas.

¿Y qué más? No sabemos.


Estamos acá porque  impugnamos el secretismo.

Salimos a la calle para romper esta cadena de impunidades.

Objetamos los recortes.

Queremos ya todos los archivos. Sin retaceos. Sin tapujos.

Queremos ya lo que existe en el Hospital Militar, la lista de los médicos torturadores.

Queremos ya lo que existe en los cuarteles, en las casas de los represores, los archivos de Inteligencia del DOE…

Ahora, ya, debe haber una confiscación que preserve de incendios y otros “robos” la verdad. 

Estamos acá para señalar que este archivo confirma, una vez más, el nombre de quienes fueron los  jefes del espionaje militar: Silveira, Vázquez, Barneix, coronel Ramón Larrosa, Casella y Sarli.

Entre ellos el conocido  torturador Eduardo Ferro que sigue actuando hoy con absoluta impunidad en Maldonado.

Estamos para afirmar nuestro compromiso de que ¡donde vayan los iremos a buscar!  Como lo hicimos con Rama, con Gavazzo y tantos más.

Por el derecho de vivir a nuestra manera

Por el derecho de vivir sin enemigos vigilándonos.

Por el derecho de ser quienes somos sin policías ni vigilantes

¡Todos los archivos a las organizaciones sociales!

¡A romper el silencio1 ¡A quebrar la impunidad!

¡Ahora justicia!


Plenaria Memoria y Justicia

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